Con motivo de la semana del pan, El Visitante llegó hasta las instalaciones de Elaboraciones El Trigal en Aguada para conversar con Miguel Rosa, hijo, administrador de la elaboradora, sobre la historia de éxito de la empresa familiar que dirige.
Con apenas 18 años, Miguel Rosa abrió su primera panadería en Aguada y más adelante en otros pueblos del área oeste. Fueron sus destrezas como panadero, perseverancia, y la capacidad para los negocios, las que le alcanzaron un acuerdo con la empresa puertorriqueña El Mesón Sandwiches, cuando apenas contaba con tres restaurantes.
En 1991, abrió Elaboraciones El Trigal, planta dedicada a la elaboración de panes, donde confeccionan una variedad de alrededor de 14. Entre ellos se encuentran cuatro artesanales: pan largo (su producto estrella), medianoche, integral y mallorcas, que distribuyen al Mesón.
Sin embargo, como toda historia, el éxito de esta empresa no fue de la noche a la mañana. Para comenzar, la alianza no surgió de la noche a la mañana. Luego de dos intentos fallidos, fue en un retiro en el que Miguel regaló pan y donde Felipe, dueño de El Mesón, participaba, que luego de probarlo, surgió el interés y los primeros acercamientos.
De acuerdo con, Rosa: “Desde que El Mesón existió, mi papá le puso el ojo, porque le tenía fe. En aquel momento recuerdo que la gente nos decía que los sándwiches se comían por la mañana, que eso era un negocio de locos. Hubo muchos años de pérdida en que solamente era el sueño de mi papá con el de Felipe, en que iban a lograr algún día establecer una cadena de sándwiches y mi papá le apostó todo a eso”.
“Estuvo dispuesto a perder dinero por muchos años prendiendo hornos, horneando pan, repartiendo pan en una pick up hasta San Juan. Entiendo que tanto fue el sueño de Felipe y mi papá con el pan, que lograron hacer que esto funcionara hasta arropar la isla”, recordó.
Sin embargo, confesó que jamás pensaron en el alcance que tendría el negocio.
“Recuerdo que cuando era niño, al ver los otros restaurantes de comida rápida, para nosotros era casi imposible imaginar llegar a ese estatus. Hoy en día, por lo menos en Puerto Rico, les ha sobrepasado en cuestión de ventas y clientes. Incluso, el único mercado en el que estas cadenas hacen sándwiches es aquí para poder competir”, dijo.
Lo que pareció un crecimiento lento por parte de su cliente estrella, hoy día se traduce en suplir pan a 40 restaurantes en Puerto Rico y 3 en Estados Unidos desde 2014. Además de una cartera de clientes al por mayor, que fluctúa en unos 40, entre cafeterías, escuelas y restaurantes.
A 28 años de su creación, hoy día El Trigal continúa como negocio familiar. “Ya esto no es ni dinero.
Esto es un patrimonio familiar que hemos sudado, hemos llorado por esto. Ha sido un sacrificio de tantos años. El sueño de mis padres, de todos nosotros, que no hay dinero que pague esto”, comentó Rosa.
Del arduo esfuerzo y el trabajo en conjunto, a lo largo del tiempo, entre la familia se ha forjado una relación muy estrecha. “Nos vemos todos los días, nos hablamos, nos llevamos muy bien. Somos una familia bien unida. Mi papá nos enseñó a trabajar por la responsabilidad, por hacer lo mejor posible. Siempre pensamos en que las cosas funcionen, en que tenemos un compromiso bien grande con el único fast food puertorriqueño de gran crecimiento, que nos hace sentir muy orgullosos porque nos hace parte de eso”, expresó.
Precisamente, la clave ha sido velar por el mismo fin común, que es que “todo salga como hemos querido”. Por eso la frescura y calidad del producto es fundamental. Por lo que, pese a la creciente demanda y producción, son enfáticos en la selección de los ingredientes y apuestan en mantener el proceso artesanal, especialmente de fermentación, crucial en el sabor del pan.
Actualmente, cuentan con 42 empleados, que laboran en tres turnos, los siete días de la semana. Allí producen 10 mil libras de pan por día, que esperan duplicar para el año que viene.
Sin importar los contratiempos, se distribuye diariamente entre la 1:00 y 2:00 de la mañana en cuatro rutas: área norte, sur, este y oeste. Sin contar, la ruta hacia Estados Unidos.
Entre los planes futuros, una vez abran la nueva sección de la planta elaboradora, esperan tocar nuevas puertas, retomar ofertas previas y continuar desarrollando recetas exclusivas.
Junto a la elaboradora, tienen la Tiendita El Trigal donde además del pan de distintas clases (papa, pasas, avena, brioche, panecillos blancos, entre otros), el público puede degustar productos de repostería como: bizcochos de distintos sabores, budín de pan y variedad de galletas. Las instalaciones ubican en la Carr. 411, km. 1.4 en Aguada. ■
Nilmarie Goyco Suárez
Twitter: @NilmarieGoycoEV
n.goyco@elvisitantepr.com