La industria funeraria al igual que todo Puerto Rico fue golpeada por el paso del huracán María. Mientras el huracán nos azotaba con sus fuertes vientos varias familias experimentaron el dolor de la muerte de un ser querido. Caso como el de la familia Cordero que en medio de la tormenta su querida abuela doña Irma falleció en su hogar. Fueron largas horas de angustia y desespero al no poder contactar a las autoridades correspondientes y a la funeraria por la caída de todas las telecomunicaciones en Puerto Rico.
Al finalizar la tormenta el ambiente no fue más alentador. Muchas funerarias quedaron completamente inoperantes y otras con capacidad limitada para atender a las familias. Los hospitales y el Instituto de Ciencias Forenses comenzaron a preocuparse ante la alta cantidad de cuerpos sin recoger por las funerarias. Las familias se toparon con la difícil noticia de que algunas funerarias no estaban atendiendo personas que no tuvieran pre-arreglo funeral, otras le indicaron que tenían que esperar 2 semanas para recibir el servicio y algunas solo le ofrecían entierro directo privándolos de la oportunidad de velar y despedir a su ser querido de una forma digna.
A diferencia de las funerarias tradicionales, Servicios Funerarios Católicos (SFC) continuó ininterrumpidamente brindando servicios las 24 horas del día, los 7 días a la semana, a todas las personas que han necesitado servicios de funeraria, cementerio y cremación. Para familias como la del Sr. Cordero contaron con el acompañamiento y los servicios de Servicios Funerarios Católicos durante y después del paso del huracán María. “Mi familia se encontró lidiando con la pérdida y la situación de tener un cuerpo sin saber qué hacer. Gracias a que mi abuela, siendo la mujer sabia que era, había hecho pre-arreglos con Servicios Funerales Católicos. El equipo de trabajo fue literalmente unos ángeles. Desde la distancia, con los problemas de comunicación y la paciencia infinita del personal de SFC se pudo coordinar el levantamiento del cuerpo. El temple, la compasión y el amor que recibimos mi familia y yo, nunca lo olvidaremos. A pesar de las circunstancias, se logró realizar el funeral, diferente a lo que hubiese sido, pero completo. El personal de SFC estuvo presente en todo momento, incluso mientras recibían llamadas de personas desesperadas por no saber que hacer con sus seres queridos”, compartió Francisco Cordero nieto de doña Irma.
Testimonios como el de la familia Cordero recogen la autenticidad de lo que representa Servicios Funerarios Católicos. En palabras de Mons. Roberto O. González Nieves, OFM, Arzobispo Metropolitano de San Juan: “Uno de los momentos más sagrados de nuestra vida es el de la muerte. Ese momento nos exige a tratar el cuerpo sin vida con sumo respeto, reverencia y amor. La separación de nuestros seres queridos a raíz de la muerte nos produce un trauma único que requiere de un consuelo único y que solo Dios nos puede dar; y que conocemos mediante el Amor de Jesucristo y de su Iglesia. Enterrar a los muertos es una obra de misericordia. Imitamos a María, Madre de Jesús, cuando enterró a su Hijo en el Jardín de Getsemaní”.
A raíz del paso del huracán María por Puerto Rico, Servicios Funerarios Católicos se une al llamado de la Iglesia para reconstruir la casa de Dios en el País. Seremos misioneros de esperanza, ofreciendo solidaridad, consuelo y justicia a todas las familias que requieran nuestros servicios, sin importar su situación económica.
Para contactarnos, pueden pasar por nuestras instalaciones en el cementerio La Piedad Memorial Park en Cupey o llamarnos al 787-396-1423 o 787-919-0099. En estos momentos difíciles que atraviesa nuestra isla, la Arquidiócesis de San Juan y las Diócesis de Mayagüez y Fajardo-Humacao abren sus puertas y corazones a todas las familias puertorriqueñas que experimentan la pérdida de un ser querido, sirviendo con dignidad y misericordia. Llámenos hoy al 787-396-1423 o 787-919-0099.
Luis E. Ramos Zapata
Director de relaciones con las parroquias y comunidad